Trabajar y Enfrentar el Cáncer: Retos y Soluciones
En nuestra sociedad, deberíamos normalizar la realidad de trabajar mientras se enfrenta al cáncer, según estadísticas del GLOBOCAN, tan solo durante 2022, se registraron más de 577,487 casos de mexicanos que han padecido o padecen esta enfermedad. Sin embargo, las cifras cuentan una historia diferente: cada año, más de la mitad de las casi 207,154 personas diagnosticadas con cáncer en México, se encuentran en edad laboral, y en donde los supervivientes tienen un mayor riesgo de perder su empleo. Analicemos estas causas.
¿Qué influye en el impacto del cáncer en el trabajo?
La edad, nivel educativo, diagnóstico específico, presencia de otras enfermedades, tipo de empleo, condiciones laborales y fase del proceso, todo esto influencia en cómo el cáncer impacta en nuestra vida profesional.
No es lo mismo estar en tratamiento activo, ausentarse del trabajo para citas médicas y lidiar con los efectos secundarios, que cuando el cáncer se ha cronificado o superado, ya que quedan secuelas que obligan a cambiar de trabajo.
La situación varía si se trabaja por cuenta propia o ajena, ya que las políticas y medidas de apoyo a los empleados afectados por el cáncer pueden ser determinantes en la continuidad laboral o reincorporación.
Lo que deben saber los pacientes y sus familias
Muchos pacientes tienen miedo a solicitar permisos por temor a perder el trabajo. Sin embargo, hoy las empresas se están humanizando a tal forma de buscar opciones para aceptar una baja temporal, que puede o no reducir sus ingresos, y también a permitir horas médicas para acudir a pruebas o citas. Lo que ayuda el bienestar emocional del trabajador.
De igual manera, para los familiares, comienzan a existir permisos puntuales para acompañar a los pacientes y una verdadera empatía ante los permisos por "Cuidado de Menores con Enfermedad Grave", que permite reducir la jornada laboral sin perder el salario. Todo esto, entendiendo las circunstancias que juegan en el ecosistema del cáncer.
Hoy estos cambios en distintas empresas permiten conciliar la actividad laboral y el tratamiento; pero aún se analiza la reincorporación plena al trabajo tras el tratamiento, ya que sigue presentando desafíos.
Cómo pueden contribuir los empleadores
La ansiedad, miedo y depresión son efectos secundarios comunes del cáncer, y la falta de apoyo por parte del empleador puede ser un obstáculo. Las empresas más grandes suelen contar con protocolos específicos y flexibilidad laboral, pero la mayoría de las empresas en México carecen de los recursos necesarios para poderlo sobrellevar. Sin embargo, para una empresa, contar con un programa de asistencia para la prevención y el diagnóstico oportuno, puede significar ahorro en tiempo y dinero, un acompañamiento a su colaborador, productividad (menos ausentismo), lealtad emocional y salud ocupacional; beneficios que los colaboradores agradecen.
Y tú, ¿conoces algún caso cercano?, ¿lo has vivido? ¡Hagamos Duppla!