María tiene 34 años. Vive en un poblado del sur de México, trabaja vendiendo productos por catálogo y nunca ha sentido que tiene tiempo suficiente para ella. Un día, su hermana le pregunta si alguna vez se ha hecho una prueba para prevenir el cáncer cervicouterino. María sonríe con incomodidad y dice: “Nunca me ha dolido nada… ¿Para qué?”
Esa escena ocurre todos los días en nuestro país.
Con base en la información de la OMS, en su journal “Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública”, 9 de cada 10 muertes por cáncer de cuello uterino en todo el mundo se producen en países de ingresos bajos y medianos. Y mientras tanto, 7 de cada 10 mujeres en México siguen sin acceso a pruebas de cribado para detectar el cáncer cervicouterino a tiempo.
Este tipo de cáncer no debería cobrar vidas. Es prevenible. Pero hoy, es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mexicanas. Y lo más duro: el 85% de las mujeres afectadas viven en condiciones de desigualdad, de falta de prevención y del común denominador de la atención tardía.
Pero esto puede cambiar.
¿Te imaginas poder prevenir y anticiparte desde casa, sin filas, sin excusas, sin miedo?
Hoy, gracias a la tecnología, ya existen soluciones como Duppla, que ofrecen asistencias digitales de prevención, orientación a pruebas de detección, planes personalizados y seguimiento médico desde tu celular. No solo ayudan a diagnosticar a tiempo, también educan, acompañan y empoderan a la gente.
Porque como reveló Deloitte en su artículo “Desafíos y alternativas en la lucha contra el cáncer cervicouterino” del pasado mes de mayo, si logramos aumentar la cobertura de pruebas al 70%, podríamos evitar el 80% de los casos y ahorrar miles de millones de pesos en costos de tratamiento, pero lo más importante: Salvar vidas.
Eso no es un número: son miles de Marías, esposas, mamás, hermanas, hijas, que seguirán con vida.
En Duppla creemos que la prevención no es un lujo, es una necesidad. Y debe ser parte de nuestro presente.